La tuberculosis es una enfermedad infecciosa prevenible y curable causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite por vía aérea. La tuberculosis generalmente afecta a los pulmones, aunque también puede afectar a otras partes del cuerpo, como el cerebro, los riñones o la columna vertebral. Sólo transmiten la infección las personas que padecen tuberculosis pulmonar.
Las micobacterias son un grupo de microorganismos que constituyen uno de los problemas sanitarios de mayor gravedad a nivel mundial. Se pueden definir tres grupos dentro del género Mycobacterium: 1) Complejo tuberculosis que produce tuberculosis y se encuentra formado por las especies M. tuberculosis, M. bovis (incluido M. bovis BCG), M. africanum y M. microti; 2) M. leprae que produce lepra; 3) Otras micobacteras no tuberculosas (MOTT- del inglés Mycobacteria other than tuberculosis) que son oportunistas y producen cuadros no tuberculosos con menor poder patógeno. El aislamiento de MOTT es cada vez más frecuente y su diferenciación del complejo M. tuberculosis tiene gran importancia clínica y de salud pública, ya que definen el aislamiento de los enfermos en salas especiales de los centros sanitarios y el estudio de los contactos del enfermo.
La tuberculosis es todavía una de las principales causas de muerte en adultos a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año 8 millones de personas desarrollan TB activa a nivel mundial y cerca de 2 millones mueren. La prevalencia y gravedad de la infección es más importante en pacientes coinfectados con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Características clínicas: La mayor parte de las infecciones en humanos dan lugar a una infección latente y asintomática. Entre el 5 y 10% de las personas que no reciben tratamiento durante la infección latente de TB puede evolucionar a una enfermedad activa que, si no se trata, infectará entre 10 y 15 personas al año.
Los síntomas de la tuberculosis activa dependerán de dónde se desarrollan las micobacterias dentro del cuerpo. Los síntomas generales de la tuberculosis incluyen cansancio, pérdida de peso, fiebre y sudación nocturna. La tuberculosis pulmonar activa puede provocar dificultades para respirar, dolor torácico y expectoraciones sanguinolentas. Los síntomas de tuberculosis en otras partes del cuerpo dependen del área u órgano afectado.
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